Cuchara medidora

Estas son consideradas las razones principales del daño celular a medida que envejecemos:

• Inestabilidad genómica: Acumulación de daño genético a lo largo de la vida;

• Acortamiento de los telómeros: Acortamiento progresivo de los telómeros, los extremos protectores de los cromosomas;

• Alteraciones epigenéticas: Cambios en los patrones de expresión génica sin cambios en la secuencia de ADN;

• Pérdida de la proteostasis: Disminución en el control de calidad de las proteínas dentro de la célula.

Estas son respuestas protectoras a las causas principales del daño celular que se vuelven perjudiciales cuando son crónicas o se agravan:

• Detección de nutrientes desregulada: Cambios en la forma en que las células detectan y procesan los nutrientes;
  
  
• Disfunción mitocondrial: Disminución de la eficiencia de los orgánulos productores de energía de la célula;
  
  
• Senescencia celular: Células que dejan de dividirse pero permanecen metabólicamente activas.

Estos marcadores representan las consecuencias de los marcadores primarios y antagónicos, manifestándose como los signos visibles y funcionales del envejecimiento:

• Agotamiento de células madre: La disminución gradual y la reducción de la función de las células madre, lo que conduce a una menor capacidad de reparación y regeneración de tejidos;

• Comunicación intercelular alterada: Cambios en cómo las células interactúan y se señalan entre sí, afectando la función general de tejidos y órganos.
  

Estos representan aspectos del envejecimiento identificados más recientemente, ampliando nuestra comprensión del complejo proceso de envejecimiento:

• Inflamación crónica (inflammaging): Inflamación persistente de bajo grado en todo el cuerpo;
  
  
• Disbiosis: Cambios en la composición microbiana del intestino y otras áreas.

• Propiedades mecánicas alteradas: Cambios en las propiedades físicas de las células y tejidos.